lunes, 28 de julio de 2008

Enseñar y aprender con tecnologías

Webquests, una herramienta tecnológica que incentiva el aprendizaje de los alumnos y moviliza las neuronas del docente.

¿Cuantas veces nos ha pasado como docentes, que al dar un tema de estudio, lo tenemos tan incorporado, que no innovamos en el modo de hacerlo?
Tenemos tan claro el contenido, los procedimientos, las expectativas de lo que queremos lograr de nuestros alumnos, que muchas veces sucede que caemos en la rutina de siempre: los mismos textos, las mismas actividades y finalmente, los resultados de siempre; que pueden no ser malos, pero que podrían ser mucho más ricos y dar mejores resultados.
Hoy, que las nuevas tecnologías nos ofrecen tantas posibilidades, tenemos una herramienta que, según mi visión, ha logrado desestructurarnos (docentes y alumnos) de esa rutina que nos encasilla: Las webquests.
Las mire por donde se las mire, resultan dar una visión y un aporte sumamente innovador en los que ambas partes son protagonistas de un cambio fundamental respecto del modo de abordaje, desarrollo y proceso de los contenidos y, finalmente de resultados mucho más creativos y aprendizajes más significativos.
Pero no sólo para los alumnos se da este cambio. El motor se enciende desde el docente, que es quien planifica y crea la WQ, buscando poner en cada sección de la misma, consignas, recursos y textos lo suficientemente claros y concisos como para capturar la atención del alumno, logrando atraparlo hacia la profundidad del tema. Al elaborar una WQ, el docente debe adentrarse en búsquedas innovadoras, movilizarse, sentirse “parte de”, ponerse en el lugar de alumno y pensar en todo momento que si la propuesta no lo satisface del todo, tampoco logrará capturar la atención del alumno como él espera.
Con el módulo “Enseñar y aprender con TIC’s” (EATIC), tuve la oportunidad de interactuar con esta fabulosa herramienta desde tres posturas diferentes.
Primero, como creador, utilizando un buen criterio en la selección de temas y niveles, seleccionando meticulosamente imágenes, links y sitios de interés, redactando claramente cada paso de la misma, y apelando a toda mi creatividad en que fuera lo más atractiva posible.
Luego como alumno, porque creí importante ponerme en su rol, siendo yo quien tuviera que llevarla a cabo. Tuve que colocarme en su nivel cognitivo, ver si era clara, si lo que se solicitaba era comprensible, si realmente podría realizarla, si me “atrapaba”.
Y por último, como veedor de otra realizada por mis pares y, tengo que confesar, que en las tres posiciones fui muy crítica y exigente, pero ésta última fue la más difícil. Poder observar con ojo crítico el trabajo de un par no fue fácil. Tuve que ponerme en lugar del otro para ver porqué puso lo que puso, y cómo lo puso.

El artículo "El ABC de la tarea docente: currículum y enseñanza" (Gvirtz – Palamidessi) nos sumerge en el detalle de esa tarea que los docentes debemos tener en cuenta al momento de “Planificar una actividad” que bien podría ser una Webquest.

Planificación, programa, diseño y proyecto, términos muy comunes para nosotros, los docentes, en el ámbito educativo.
Plan o planificación: proyecto de realizar una cosa antes de darle forma definitiva.
Programa: delinear lo que se piensa hacer.
Diseño: descripción hecha con palabras.
Proyecto: ejecutar un trabajo hecho como prueba, que puede sufrir modificaciones, o cambios sobre la marcha.

A partir de esto llegamos al punto en que vemos que existen diferentes formas de planificar y que el diseño de la enseñanza debe ser práctico1.
Quiero comentar aquí las variables de la planificación de la enseñanza a las que se refieren los autores y que también se toman en cuenta al crear una Webquest.
Las metas y los objetivos, son los que dan la idea principal (cuanto mas breve y concisa mejor).
La selección de los contenidos, aquí los docentes debemos investigar previamente sin restringir la indagación a libros, manuales, etc., sino también optando por diferentes fuentes para luego seleccionar los contenidos más adecuados.
Las tareas y actividades, los docentes hacemos uso de nuestro “fichero de actividades” 2, consignando las diversas formas en que los alumnos entrarán en contacto con los contenidos ya que dependiendo de lo que hagan, se relacionarán con el contenido de diferentes maneras.
La selección de materiales y recursos facilitando los soportes sobre los que los alumnos realizarán las actividades, herramientas que promuevan la expresión y el desarrollo de habilidades cognitivas y prácticas3.
Delinear la forma de participación de los alumnos, dado que por lo general no se puede realizar una tarea de seguimiento personalizada de cada alumno en cada una de las actividades, es necesario fomentar el compromiso del estudiante en el diseño, la ejecución y la evaluación de la tarea. La participación es muy importante y los alumnos pueden enriquecer el trabajo propuesto, generando tareas alternativas, analizando el trabajo individual o colectivo, buscando materiales y recursos más allá de la escuela, organizando actividades propias en forma autónoma.
La organización del escenario, define el tiempo y espacio que se le destina a la tarea en que se desenvolverá y la forma en que estarán distribuidos los alumnos, tomando en cuenta los recursos y como se organizarán (solos, en grupo, todos juntos o con otros grupos, grados, años o secciones)4.
La evaluación de los aprendizajes: una exigencia esencial de control en toda institución educativa, pero también es la forma en que los docentes podemos ir obteniendo información sobre el estado en que se encuentran los alumnos en relación al contenido y fines promovidos por la enseñanza. Necesitamos de esa información para realizar modificaciones en las tareas propuestas, para incorporar o eliminar elementos tenidos o no en cuenta o para ofrecer ayuda adicional si los alumnos lo necesitan. La evaluación tiene ingerencia en todas las etapas exigidas durante el proceso, y en las cuales el alumno puede manifestar o expresar lo que sabe y lo que ha aprendido5.


1 El plan o el diseño es un instrumento necesario, pero no puede tornarse una carga burocrática y antieconómica que sólo responda a las necesidades de papeleo de la escuela o al control de la tarea docente. La acción de diseñar tiene como fin enriquecer, analizar y mejorar la tarea de enseñanza; debe servir para repensar la propia acción en términos prácticos. De esta acción de diseñar devienen los planes. Los planes son el producto que concreta, materializa, la reflexión sobre qué, cómo, cuándo y con qué estrategias asistir el aprendizaje de los alumnos.
Por lo tanto, los planes no tienen otra justificación que su practicidad. No hay planes buenos en sí mismos, válidos para cualquier situación, lugar, grupo de alumnos. Por más "científico" o elaborado que sea el contenido de un plan, sólo servirá en la medida en que refleje y concrete una elaboración razonada y específica por parte de los docentes. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 10)

2 Cada docente, con el paso del tiempo, va conformando e internalizando un "fichero" y un patrón de actividades que caracterizan su enseñanza. El patrón de actividades que promueve un buen maestro debe ser diverso, rico y flexible. El buen docente trata de no atarse a muchas rutinas, aunque algunas rutinas pueden ser sumamente útiles de promover. El "fichero" se forma con experiencias propias y aportes; se va sedimentando con los años de docencia y se mejora con el estudio y la búsqueda permanente de nuevas formas de promoción del aprendizaje y por la revisión y rescate de las viejas formas que aún continúan siendo útiles a la hora de enseñar. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 17)

3 La escuela moderna se organizó sobre un elemento central: el libro. En nuestras escuelas el libro ha perdido protagonismo cultural y formativo. ¿Cuántas novelas de aventuras leen nuestros alumnos en su escolaridad básica? ¿Cuántas escuelas hacen funcionar momentos placenteros de lectura individual o colectiva? ¿Cuántos libros enteros se leen en la escuela media? Pero uno de los grandes reclamos que se le hacen a la escuela hoy es la no incorporación de los más recientes desarrollos tecnológicos y la cultura de la imagen: la informática, las telecomunicaciones, el tratamiento digital de la imagen y el sonido. Nunca como en la actualidad, las tecnologías de la comunicación generaron tantos medios de expresar ideas (y "no-ideas", aunque tal cosa no existe) bajo distintas formas, ni sus mensajes alcanzaron a tantas personas. Mientras tanto, la escuela y buena parte de los docentes siguen (o seguimos) aferrados exclusivamente a las forma de comunicación de la cultura de la Galaxia Gutemberg6. Las nuevas tecnologías entran en la educación como contenido de talleres y de actividades extracurriculares, como un auxiliar más que como un medio global que va a reconstruir —lo queramos o no— las formas de comunicar, enseñar aprender en cualquiera de sus especialidades, temas o asuntos. Hasta ahora, cuando los nuevos medios se incorporan en la escuela, es frecuente que lo hagan al servicio de las estrategias de enseñanza existentes, como un recurso más a disposición del docente. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 19)

4 Los factores institucionales y materiales (la cantidad y el tamaño de las aulas, la disponibilidad de espacios alternativos, el equipamiento) inciden fuertemente en las decisiones respecto del uso del tiempo tomando en cuenta que hay tareas que es conveniente realizar de manera individual, en pequeños grupos o en grupo total, dependiendo del contenido, la homogeneidad o heterogeneidad del grupo, el nivel de conocimientos, etc. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 20)

5 El docente debe tener presente qué y cuánto les va exigir y cuáles van a ser los niveles o estándares que determinarán si un producto, un conocimiento o una habilidad se ha alcanzado. La evaluación forma parte de esta necesidad de anticipación que la actividad de enseñanza requiere. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 21)

6 "Galaxia Gutemberg" es la denominación —creada por el gran teórico de la comunicación de origen canadiense Marshall McLuhan (191 1-1980) — para referirse al sistema cultural organizado alrededor de la impresión mecánica de la palabra escrita. Entre las obras más destacadas de McLuhan podemos citar La galaxia Gutemberg: La creación del hombre tipográfico (1962); Los medios de comunicación: Las extensiones del hombre (1964), Guerra y paz en la aldea global (1968) y La ciudad como aula (1977).

7 “La tarea de reflexión sobre la actividad en sí de enseñanza es importante ya que nos permite conocerla para poder actuar e interactuar cada vez mejor. En esto será de gran ayuda el momento de la planificación. De cara a los múltiples condicionantes de las situaciones de enseñanza (el currículum y el cuerpo de contenidos, las diversas filosofías de la enseñanza o ideas reguladoras, la evaluación que deberá hacerse de los alumnos, los ritmos de trabajo impuestos por el contexto social e institucional) el diseño de la práctica de enseñanza nos servirá de guía, de eje vertebrador y nos permitirá pensar una y otra vez sobre nuestra propia tarea. Como un puente sutil tendido entre la provisionalidad del conocimiento y la incertidumbre de la situación educativa, el diseño y la planificación constituyen un momento y una herramienta para afirmar nuestra condición de enseñantes. Es nuestra hipótesis de trabajo que, seguramente, hemos de ajustar en un futuro”. (GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M., 22)

Fuente: GVIRTZ, S. Y PALAMIDESSI, M. (1998) El ABC de la tarea docente: curriculum y enseñanza. Buenos Aires: Aique Grupo Editor. Cap. 6.- 1ra. Edición, Cap. 6 - Buenos Aires: Aique I.S.B.N. 950-701-497-7

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